martes, 7 de octubre de 2014

Las palabras






Eugenio Montale


Las palabras
si despiertan
desprecian el hostal
más propicio, el papel
Fabriano, la tinta
china, la cartera
de cuero o terciopelo
que las mantenga ocultas;

las palabras
cuando despiertan
se acomodan al dorso
de las facturas, en los márgenes
de los billetes de lotería
en las contribuciones
matrimoniales o de luto;

las palabras
no piden nada mejor
que el barullo de las teclas
en la Olivetti portátil,
que la oscuridad de los bolsillitos
del chaleco, que el fondo
del cesto reducidas
a pelotas;

las palabras
no están nada felices
de que las echen como cabareteras
y las acojan con furiosos aplausos
y deshonor;

las palabras
prefieren el sueño en la botella
a la burla de ser leídas, vendidas,
embalsamadas, hibernadas;

las palabras
son de todos y en vano
se esconden en los diccionarios
porque no falta el marrano
que desentierre las trufas
más apestosas y raras;

las palabras
después de una eterna espera
renuncian a la esperanza
de ser pronunciadas
de una vez por todas
y después morir
con quien las ha poseído.



Le parole

Le parole
se si ridestano
rifiutano la sede
più propizia, la carta
di Fabriano, l’inchiostro
di china, la cartella
di cuoio o di velluto
che le tenga in segreto;

le parole
quando si svegliano
si adagiano sul retro
delle fatture, sui margini
dei bollettini del lotto,
sulle partecipazioni
matrimoniali o di lutto;

le parole
non chiedono di meglio
che l’imbroglio dei tasti
nell’Olivetti portatile,
che il buio dei taschini
del panciotto, che il fondo
del cestino, ridottevi
in pallottole;

le parole
non sono affatto felici
di essere buttate fuori
come zambrocche e accolte
con furore di plausi e
disonore;

le parole
preferiscono il sonno
nella bottiglia al ludibrio
di essere lette, vendute,
imbalsamate, ibernate;

le parole
sono di tutti e invano
si celano nei dizionari
perché c’è sempre il marrano
che dissotterra i tartufi
più puzzolenti e più rari;

le parole
dopo un’eterna attesa
rinunziano alla speranza
di essere pronunziate
una volta per tutte
e poi morire
con chi le ha possedute



 Versión: Dolores Labarcena y Pedro Marqués de Armas



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