Eugenio Montale
Edimburgo
El gran puente no llevaba a ti.
Te habría alcanzado incluso navegando
por las alcantarillas, a una orden tuya.
Pero ya las fuerzas, con el sol en los cristales
de las terrazas, se iban agotando.
El hombre que predicaba en la Media Luna
me preguntó: “¿Sabes dónde está Dios?” Lo sabía
y se lo dije. Sacudió la cabeza. Desapareció
en un torbellino que arrastró a hombres y casas
y los alzó por lo alto, sobre la brea.
Vento sulla mezza luna
Edimburgo
Il grande ponte
non portava a te.
T’avrei raggiunta anche navigando
nelle chiaviche, a un tuo comando. Ma
già le forze, col sole sui cristalli
delle verande, andavano stremandosi.
L’uomo che
predicava sul Crescente
mi chiese: “Sai dov’è Dio?”. Lo sapevo
e glielo dissi. Scosse il capo. Sparve
nel turbine che prese uomini e case
e li sollevò in alto, sulla pece.
Versión Pedro Marqués de Armas
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