lunes, 30 de julio de 2018

El sertanero hablando



João Cabral de Melo Neto


El habla a nivel del sertanero engaña:
las palabras vienen como rebuscadas
(palabras confite, golosina) en el glasé
de una entonación suave, endulzada.
En lo que bajo ella, dura y endurece
el hueso de piedra, la almendra pétrea,
de ese árbol pedregoso (el sertanero)
incapaz de no expresarse en piedra.

2

De ahí que el sertanero hable poco:
las palabras de piedra ulceran la boca
y en el idioma piedra hablar es doloroso;
lo natural de ese idioma habla a la fuerza.
De ahí también que hable lentamente:
tiene que coger las palabras con cuidado, 
confitarlas en la lengua, degustarlas;
pues toma tiempo todo ese trabajo.  


O sertanejo falando

A fala a nível do sertanejo engana:
as palavras dele vêm, como rebuçadas
(palavras confeito, pílula), na glace
de uma entonação lisa, de adocicada.
Enquanto que sob ela, dura e endurece
o caroço de pedra, a amêndoa pétrea,
dessa árvore pedrenta (o sertanejo)
incapaz de não se expressar em pedra.

2.

Daí porque o sertanejo fala pouco:
as palavras de pedra ulceram a boca
e no idioma pedra se fala doloroso;
o natural desse idioma fala à força.
Daí também porque ele fala devagar:
tem de pegar as palavras com cuidado,
confeitá-las na língua, rebuçá-las;
pois toma tempo todo esse trabalho.


Versión: Pedro Marqués de Armas

sábado, 28 de julio de 2018

El urubú movilizado




João Cabral de Melo Neto

Durante las sequías del Sertón, el urubú,
de urubú libre, pasa a funcionario.
El urubú no emigra, pues previendo pronto 
que movilizarán su técnica y su tacto,
calla los servicios prestados y diplomas,
que lo encuadrarían en mejor salario,
y va a auxiliar a los contratistas de la sequía,
veterano, pero todavía con celos de novato:
rematando en eutanasia al muerto incierto,
él, que en el civil quiere al muerto claro.

2

Aunque movilizado, en ese urubú en acción
despunta luego el perfecto profesional.
Compenetrado con el aire, curvo y consejero, 
en su todo de paraguas, en la unción clerical,
con la que actúa, si bien en puesto subalterno:
él, un convencido profesional liberal.


O urubu mobilizado


Durante as secas do Sertão, o urubu
de urubu livre, passa a funcionário.
O urubu não retira, pois prevendo cedo
que lhe mobilizarão a técnica e o tacto,
cala os serviços prestados e diplomas,
que o enquadrariam num melhor salário,
e vai acolitar os empreiteiros da seca,
veterano, mas ainda com zelos de novato:
aviando com eutanásia o morto incerto,
ele, que no civil quer o morto claro.

2

Embora mobilizado, nesse urubu em ação
reponta logo o perfeito profissional.
No ar compenetrado, curvo e conselheiro,
no todo de guarda-chuva, na unção clerical,
com que age, embora em posto subalterno:
ele, um convicto profissional liberal.


Versión: Pedro Marqués de Armas

jueves, 26 de julio de 2018

Psicoanálisis del azúcar



João Cabral de Melo Neto


El azúcar cristal, o azúcar de fábrica,    
muestra la más inestable de las blancuras:
quien es de Recife sabe de cierto cuánto,
y lo poco de ese cuánto que ella dura.
Sabe lo mínimo de lo poco que el cristal
se estabiliza cristal sobre el azúcar,
por encima del fondo antiguo, de mascabado,
del mascabado fangoso que se incuba;
y sabe que todo puede romper el mínimo
en que el cristal es capaz de censura:
pues tal fondo mascabado aflora luego
sea que invierno o verano miele el azúcar.

Si los colonos que todavía quedan purgan
el azúcar bruto con barro, de mixtura;
la fábrica ya no lo purga: desde la infancia,
no sólo después de adulto, lo educa:
en enfermerías, con vacíos y turbinas,
en manos de metal de gente industria,
la fábrica lo lleva a sublimar en cristal  
lo pardo de la meladura: no lo purga, cura.
Pero como la caña se cría todavía hoy
en manos de barro de gente agricultura,
lo fangoso de la pre-infancia aflora luego
sea que invierno o verano miele el azúcar.


Psicanálise do açúcar

O açúcar cristal, ou açúcar de usina,
mostra a mais instável das brancuras:
quem do Recife sabe direito o quanto,
e o pouco desse quanto, que ela dura.
Sabe o mínimo do pouco que o cristal
se estabiliza cristal sobre o açúcar,
por cima do fundo antigo, de mascavo,
do mascavo barrento que se incuba;
e sabe que tudo pode romper o mínimo
em que o cristal é capaz de censura:
pois o tal fundo mascavo logo aflora
quer inverno ou verão mele o açúcar.


Se os banguês que-ainda purgam ainda
o açúcar bruto com barro, de mistura;
a usina já não o purga: da infância,
não só depois de adulto, ela o educa;
em enfermarias, com vácuos e turbinas,
em mãos de metal de gente indústria,
a usina o leva a sublimar em cristal
o pardo do xarope: não o purga, cura.
Mas como a cana se cria ainda hoje,
em mãos de barro de gente agricultura,
o barrento da pré-infância logo aflora
quer inverno ou verão mele o açúcar.


Versión: Pedro Marqués de Armas


martes, 24 de julio de 2018

The Country of the Houyhnhnms



João Cabral de Melo Neto


Para hablar de los Yahoos, es necesario
que las palabras funcionen de piedra:
que de pronunciarse, se pronuncien
con la boca para pronunciar piedras;
que si escritas, se escriban en duro
en la página dura de un muro de piedra;
y más que pronunciadas o escritas,
que se tiren, como se tiran piedras.
Para hablar de los Yahoos se necesita
que las palabras funcionen de filo,
como en la sátira; o, como en la ironía,
se armen ambiguamente de dos filos;
y que la frase se arme de lo perforante
que tienen en el Pajeú las facas-de-punta:
faca sin dos filos y aun así ambigua,
por no verse en ella dónde no es punta.

2

O para cuando se hable de los Yahoos:
tratar de no oír hablar, como mínimo;
o bien oír en el silencio todo en puntas
del cactus espinoso, bien agreste;
apurar y azuzar, debajo del silencio,
al captus que duerme en cualquier no;
avivar en el silencio las cien espinas
con que puede despertar el captus no.
O para cuando se hable de los Yahoos:
no querer oír hablar, por lo menos,
o bien oír, pero engatillando la sonrisa
para dispararla en cualquier momento;
oír los planes-últimos para los Yahoos
con una sonrisa en la boca engatillada:
en la boca que no puede balas, pero puede
una sonrisa burlona, tiro claro.


The Country of the Houyhnhnms

Para falar dos Yahoos, se necessita
que as palavras funcionem de pedra:
se pronunciadas, que se pronunciem
com a boca para pronunciar pedras;
se escritas, que se escrevam em duro
na página dura de um muro de pedra;
e mais que pronunciadas ou escritas,
que se atirem, como se atiram pedras.
Para falar dos Yahoos se necessita
que as palavras se rearmem de gume,
como numa sátira; ou como na ironia,
se armem ambiguamente de dois gumes;
e que a frase se arme do perfurante
que tem no Pajeú as facas-de-ponta:
faca sem dois gumes e contudo ambígua,
por não se ver onde nela não é ponta.

2

Ou para quando falarem dos Yahoos:
furtar-se a ouvir falar, no mínimo;
ou ouvir no silêncio todo em pontas
do cacto espinhento, bem agrestino;
aviar e ativar, debaixo do silêncio,
o cacto que dorme em qualquer não;
avivar no silêncio os cem espinhos
com que pode despertar o cacto não.
Ou para quando falarem dos Yahoos:
não querer ouvir falar, pelo menos;
ou ouvir, mas engatilhando o sorriso,
para dispará-lo a qualquer momento;
ouvir os planos-afinal para os Yahoos
com um sorriso na boca engatilhado:
na boca que não pode balas, mas pode
um sorriso de zombaria, tiro claro.


Versión: Pedro Marqués de Armas



lunes, 23 de julio de 2018

Escoger frijoles



João Cabral de Melo Neto 
                                                               A Alexandre O´Neill

Escoger frijoles colinda con escribir:
se echan los granos en el agua de la vasija
y las palabras en la hoja de papel;
y después, se bota lo que va a flotar.
Cierto, toda palabra flotará en el papel,
agua congelada, por plomo su verbo:
para limpiar esos frijoles, soplarlos,
arrojar lo leve y lo hueco, paja y eco.

Ahora bien, en este escoger frijoles hay un riesgo:
el de que entre los granos pesados entre
un grano cualquiera, piedra e indigesto,
un grano inmasticable, de partir dientes.
Claro que no, en cuanto a escoger palabras:
la piedra da a la frase su grano más vivo:
obstruye la lectura fluviosa, fluctual,
aguza la atención, la ceba como un peligro.


Catar feijão

Catar feijão se limita com escrever:
joga-se os grãos na água do alguidar
e as palavras na folha de papel;
e depois, joga-se fora o que boiar.
Certo, toda palavra boiará no papel,
água congelada, por chumbo seu verbo:
pois para catar esse feijão, soprar nele,
e jogar fora o leve e oco, palha e eco.

2

Ora, nesse catar feijão entra um risco:
o de que entre os grãos pesados entre
um grão qualquer, pedra ou indigesto,
um grão imastigável, de quebrar dente.
Certo não, quando ao catar palavras:
a pedra dá à frase seu grão mais vivo:
obstrui a leitura fluviante, flutual,
açula a atenção, isca-a como o risco.


A Educação pela Pedra, 1966

Versión: Pedro Marqués de Armas