martes, 12 de febrero de 2019

Canción



St. John Perse

Nacía un potro bajo las hojas de bronce. Un hombre puso bayas amargas en nuestras manos. Extranjero. Que pasaba. Y he aquí que se habla de otras provincias a mi gusto... "Os saludo, hija mía, bajo el más grande de los árboles del año".

Pues el sol entra en Leo y el Extranjero ha puesto su dedo en la boca de los muertos. Extranjero. Que reía. Y nos habla de una hierba. ¡Ah! qué de soplos en las provincias! ¡Cuánta holgura en nuestras vías!  ¡y cómo me es delicia la trompeta y la pluma sapiente en el escándalo del ala!... "Alma mía, moza, tenías maneras que no son las nuestras".

Nació un potro bajo las hojas de bronce. Un hombre puso estas bayas amargas en nuestras manos. Extranjero. Que pasaba. Y he aquí un gran ruido en un árbol de bronce. ¡Asfalto y rosas, don del canto! ¡Truenos y flautas en las cámaras! ¡Ah! cuánta holgura en nuestras vías, ah, cuántas historias en la añada, y el Extranjero tiene sus maneras por los caminos de toda la tierra!... "Os saludo, hija mía, bajo el más bello traje del año".

(Anábasis).


Traducción de Jorge Zalamea


viernes, 1 de febrero de 2019

Objetos cedidos por su hija Piedad



Pedro Marqués de Armas


Unos espejuelos, un reloj,
un peine, un mechón de pelo
negro, otro cano, un retrato,
el último manuscrito

Cuanto quedó del poeta Zenea
según reproducción de 1913

No al salir de la bartolina
sino después, media
hora más tarde, para ser exactos
catapultado por los fusileros



miércoles, 30 de enero de 2019

Poema de siete caras


Carlos Drumond de Andrade

Cuando nací, un ángel tuerto
de esos que viven en la sombra dijo: 
¡Arriba, Carlos! Sé un inútil de la vida.

Las casas espían a los hombres
que corren detrás de las mujeres.
Si no hubiera tantos deseos,
la tarde tal vez fuera azul.

El tranvía pasa lleno de piernas:
piernas blancas negras amarillas.
Para qué tanta pierna, Dios mío,
pregunta mi corazón.
Sin embargo mis ojos
no preguntan nada.

El hombre tras el bigote es serio,
simple y fuerte.
Casi no habla.
Tiene pocos, raros amigos
el hombre tras los espejuelos y el bigote.

Dios mío, por qué me abandonaste
si sabías que yo no era Dios
si sabías que yo era un flojo.

Mundo mundo vasto mundo,
si me llamara Raimundo
sería una rima, no sería una solución.
Mundo mundo vasto mundo,
más vasto es mi corazón.

No debería decírtelo
pero esa luna
esa copita de cognac
lo ponen a uno como un diablo.


Poema das sete caras

Quando nasci, um anjo torto
desses que vivem na sombra
disse: Vai, Carlos! ser gauche na vida.

As casas espiam os homens
que correm atrás de mulheres.
A tarde talvez fosse azul,
não houvesse tantos desejos.

O bonde passa cheio de pernas:
pernas brancas pretas amarelas.
Para que tanta perna, meu Deus,
pergunta meu coração.
Porém meus olhos
não perguntam nada.

O homem atrás do bigode
é sério, simples e forte.
Quase não conversa.
Tem poucos, raros amigos
o homem atrás dos óculos e do bigode.

Meu Deus, por que me abandonaste
se sabias que eu não era Deus
se sabias que eu era fraco.

Mundo mundo vasto mundo,
se eu me chamasse Raimundo
seria uma rima, não seria uma solução.
Mundo mundo vasto mundo,
mais vasto é meu coração.

Eu não devia te dizer
mas essa lua
mas esse conhaque
botam a gente comovido como o diabo.


Versión: Pedro Marqués de Armas


lunes, 28 de enero de 2019

El extraño caso de Mister Wong


Mario Quintana

Además del controlado Dr. Jekyll 
y del irrefrenable Mister Hyde, 
hay también un chino dentro de nosotros: 
Mister Wong. 
Ni bueno, ni malo: 
simplemente gratuito. 

Entremos, por ejemplo, a este teatro. 
Tomemos este palco. 
Pues bien, mientras el Dr. Jekyll, 
muy convencido, es todo oídos, 
y Mister Hyde arriesga un ojo y el alma 
en el escote de la señora de al lado, 
nuestro Mister Wong, descansadamente, 
se pone a contar las calvas de la platea... 

¿Otros ejemplos? 
Procúrelos en sí mismo, ahora mismo. 
No pierda tiempo. 
¡Cultive su Mister Wong!


O estranho caso de Mister Wong

Além do controlado Dr. Jekyll
e do desrecalcado Mister Hyde,
há também um chinês dentro de nós:
Mister Wong.
Nem bom, nem mau: gratuito.

Entremos, por exemplo, neste teatro.
Tomemos este camarote.
Pois bem, enquanto o Dr. Jekyll,
muito compenetrado, é todo ouvidos,
e Mister Hyde arrisca um olho e a alma no
decote da senhora vizinha,
o nosso Mister Wong, descansadamente,
põe-se a contar carecas na platéia…

Outros exemplos? 
Procure-os o senhor em si mesmo, agora mesmo.
Não perca tempo. 
Cultive o seu Mister Wong!


Versión: Pedro Marqués de Armas (2013) 


domingo, 27 de enero de 2019

Cobra Norato



Raúl Bopp 

I

Un día
tengo yo que vivir en tierras del Sin Fin.

Voy andando caminando caminando.
Me confundo con el vientre del bosque mordiendo raíces.

Después
hago un filtro de flor de tayá de laguna
y mando llamar a Cobra Norato.

 —Quiero contarte una historia.
¿Vamos a pasear por aquellas islas despejadas?
Supón que hay luz de luna.

La noche llega suavemente.
Las estrellas conversan en voz baja.
Juego entonces a atarle una cuerda al pescuezo
y estrangulo a la bicha.

Ahora sí
me enhebro en esta piel de seda elástica
y salgo a correr mundo.

Voy a visitar a la reina Lucía.
Quiero casarme con su hija.

—Entonces tienes que cerrar los ojos primero.

El sueño ha resbalado por los pesados párpados.
Un suelo de lama roba la fuerza de mis pasos.

II

La sombra ha escondido los árboles.

Sapos bezudos acechan en la oscuridad.
Un pedazo de bosque está aquí castigado.
Los arbolitos se acuchillan en el charco.
Un hilo de agua atrasada lame la lama.

—¡Lo que yo quiero es ver a la hija de la reina Lucia!

Ahora son los ríos ahogados
bebiéndose el camino.

El agua va llorando ahondando ahondando.

Allá adelante
la arena ha conservado las huellas de la hija de la reina Lucía.

 —Ahora sí
voy a ver a la hija de la reina Lucía.
Pero antes hay que pasar por siete puertas.
Ver siete mujeres blancas de vientres deshabitados
guardadas por un yacaré.

Hay que entregar la sombra al bicho del fondo.
Hay que armar gresca con la luna nueva.
Hay que beber tres gotas de sangre.

Bostezan los árboles somnolientos.
Ay que la noche se ha secado. El agua del río se ha roto.
Yo tengo que irme.

Me hundo sin rumbo en lo hondo del bosque
donde los viejos árboles grávidos dormitan.

De todas partes me llaman:
—¿Donde vas, Cobra Norato?
Tengo aquí tres arbolitos jóvenes esperándote.

—No puedo.
Hoy voy a dormir con la hija de la reina Lucía.

XXI

Esta es la entrada de la casa de la Boyuna.

Allí abajo hay un tremedal.
Unas arañas peludas están de guardia.
—Con humo de mucura se las amasa.

 Me hundo en esta gruta oscura.
El suelo hueco resuena.

Hay fosas con la boca hinchada.
—¿A dónde irá a salir esto?
—Sale a la garganta del Antro.

Allí adelante
por unas aguas embrujadas
está pasando una canoa cargada de esqueletos.

Ay, que el Abuelo-murciélago del mal agüero me ha visto.
Pues disimula, compadre,
que aquí hay un sitio oscuro donde escondemos.

En este agujero de observación
podemos ver a la novia de la Culebra Grande.

Compadre, he temblado del susto.
Se me ha cortado la respiración.
Sabes quién es la moza que está allí abajo...
desnudita como una flor?

—¡Es la hija de la reina Lucía!

 —Corre de prisa con ella
desnudita como está.
No pierdas tiempo, compadre.

El yacaré está en la boca del pozo.
Hazle una higa para atontarle.
La Culebra Grande se ha despertado.

 —¡Los Cuatro Vientos me ayuden!
Quiero fuerzas para huir.
La Culebra Grande viene-que-viene a cogerme.

 Yo-te-cojo. Yo-te-cojo.

 —La Sierra del Ronquido se despeña,
corta el camino detrás de mí.

Yérganse tres muros de espino,
con humos de ouricuri.
—Tira ceniza para atrás para ganar distancia.

Yo-te-cojo. Yo-te-cojo.

Tamacuaré, cuñado mío,
la Culebra Grande viene-que-viene.
Corre imitando mi rastro.
Haz como si fuera yo.
Entrega mi pixé en la casa del Payé-pato.
Tuerce de prisa el camino
que ya viene la Boyuna
como tormenta de piedra.

Viene aplastando bosque.

Uéh!
Ha pasado rompiendo el camino.

Los arbolitos se han quedado con el pescuezo torcido.
Los otros han rodado aplastados con las raíces bocarriba.

El horizonte se ha aplanado.

El viento corrió corrió
iba mordiéndose el rabo.

 El Payé-pato, allí adelante, le ha indicado el camino equivocado.

 —¿Cobra Norato con una moza?
lba para Belén. lba a casarse.
Culebra Grande salió echando chispas para Belén.

Le dio un escalofrío.

Entró por la alcantarilla de la Catedral
y se quedó con la cabeza desmayada debajo de los pies de Nuestra Señora.


COBRA NORATO

I

Um dia
ainda eu hei de morar nas terras do Sem-fim.

Vou andando caminhando caminhando.
Me misturo no ventre do mato mordendo raízes.

Depois
faço puçanga de flor de tajá de lagoa
e mando chamar a Cobra Norato.

— Quero contar-te uma história.
Vamos passear naquelas ilhas decotadas?
Faz de conta que há luar.

A noite chega mansinho.
Estrelas conversam em voz baixa.
Brinco então de amarrar uma fita no pescoço
e estrangulo a cobra.

Agora sim
me enfio nessa pele de seda elástica
e saio a correr mundo.

Vou visitar a rainha Luzia.
Quero me casar com sua filha.

— Então você tem que apagar os olhos primeiro.

O sono escorregou nas pálpebras pesadas.
Um chão de lama rouba a força dos meus passos.

II

Começa agora a floresta cifrada.

A sombra escondeu as árvores
Sapos beiçudos espiam no escuro.
Aqui um pedaço de mato está de castigo.
Arvorezinhas acocoram-se no charco.

Um fio de água atrasada lambe a lama.

—Eu quero é vera filha da rainha Luiza!

Agora são os rios afogados
bebendo caminho.
A água vai chorando afundando afundando.

Lá adiante
a areia guardou os rastos da filha da rainha Luzia.

—Agora sim
vou ver a filha da rainha Luzia.

Mas antes tem que passar por sete portas.
Ver sete mulheres brancas de ventres despovoados
guardadas por um jacaré.

Tem que entregar a sombra para o bicho do fundo.
Tem que fazer mironga na lua nova.
Tem que beber três gotas de sangue.

—Ah só se for da filha da mãe da rainha Luzia!

A selva imensa está com insônia.

Bocejam árvores sonolentas.
Ai que a noite secou. A água do rio se quebrou.
Tenho que ir-me embora

Me sumo sem rumo no fundo do mato
onde as velhas árvores grávidas cochilam.

De todos os lados me chamam:
— Onde vais, Cobra Norato?
Tenho aqui três arvorezinhas jovens à tua espera.

— Não posso.
Eu hoje vou dormir com a filha da rainha Luzia.

XXI

Esta é a entrada da casa da Boiúna.

 Lá embaixo há um tremedal.
Aranhas peludas estão de guarda.
— Com pixê de mucura elas amansam.

Me afundo nesta gruta escura.
O chão oco ressoa.

Há fossas de boca inchada.
— Por onde será que isto sai?
— Sai na goela da Panela.

Ai o medo já me comicha a barriga.

Lá adiante
num estirão mal-assombrado
vai passando uma canoa carregada de esqueletos.

Ai que o Avô-morcego de mau agoiro me viu.
Então disfarce, compadre,
que aqui tem um escuro grande de se esconder.

Neste buraco de espia
pode-se ver a noiva da Cobra Grande.

Compadre, eu tremi de susto.
Parou a respiração.

Sabe quem é a moça que está lá embaixo ...
nuinha como uma flor?
— É a filha da rainha Luzia!

— Então corra com ela depressa
nuinha assim como está.
Não perca tempo, compadre

Jacaré já está na boca do poço.
Faça mandinga de atrapalhar.
Cobra Grande se acordou.

—Ai Quatro Ventos me ajudem!
Quero forças para fugir.
Cobra Grande vem-que-vem-vindo pra me pegar.

Já-te-pego. Já-te-pego.

— Serra do Ronca rola abaixo
tapa o caminho atrás de mim.

Ergam três muros de espinho
fumaças de ouricuri.
— Atira cinza pra trás para pegar distância.

Já-te-pego. Já-te-pego.

Tamaquaré, meu cunhado,
Cobra Grande vem-que-vem.
Corra imitando o meu rasto.
Faz de contas que sou eu.
Entrega o meu pixê na casa do Pajé-pato.
Torça caminho depressa
Que a Boiúna vem lá atrás
Como um trovejão de pedra.

Vem amassando mato.

Uei!
Passou rasgando mato.

Arvorezinhas ficaram de pescoço torcido.
As outras rolaram esmagadas de raiz para cima.

O horizonte ficou chato.

Vento correu correu
mordendo a ponta do rabo.   

Pajé-pato lá adiante ensinou caminho errado:

 — Cobra Norato com uma moça?
Foi pra Belém. Foi se casar.
Cobra Grande esturrou direito pra Belém.

Deu um estremeção.

Entrou no cano da Sé
e ficou com a cabeça enfiada debaixo dos pés de Nossa Senhora.


Traducción: Ángel Crespo