Carlos Drumond de Andrade
Cuando nací, un ángel
tuerto
de esos que viven en la
sombra dijo:
¡Arriba, Carlos! Sé un inútil de la vida.
Las casas espían a los
hombres
que corren detrás de las mujeres.
Si no hubiera tantos
deseos,
la tarde tal vez fuera azul.
El tranvía pasa lleno de
piernas:
piernas blancas negras
amarillas.
Para qué tanta pierna, Dios mío,
pregunta mi corazón.
Sin embargo mis ojos
no preguntan nada.
El hombre tras el bigote es
serio,
simple y fuerte.
Casi no habla.
Tiene pocos, raros amigos
el hombre tras los
espejuelos y el bigote.
Dios mío, por qué me
abandonaste
si sabías que yo no era
Dios
si sabías que yo era un flojo.
Mundo mundo vasto mundo,
si me llamara Raimundo
sería una rima, no sería una
solución.
Mundo mundo vasto mundo,
más vasto es mi corazón.
No debería decírtelo
pero esa luna
esa copita de cognac
lo ponen a uno como un
diablo.
Poema das sete caras
Quando nasci, um anjo
torto
desses que vivem na sombra
disse: Vai, Carlos! ser
gauche na vida.
As casas espiam os homens
que correm atrás de
mulheres.
A tarde talvez fosse azul,
não houvesse tantos
desejos.
O bonde passa cheio de
pernas:
pernas brancas pretas
amarelas.
Para que tanta perna, meu
Deus,
pergunta meu coração.
Porém meus olhos
não perguntam nada.
O homem atrás do bigode
é sério, simples e forte.
Quase não conversa.
Tem poucos, raros amigos
o homem atrás dos óculos e
do bigode.
Meu Deus, por que me
abandonaste
se sabias que eu não era
Deus
se sabias que eu era
fraco.
Mundo mundo vasto mundo,
se eu me chamasse Raimundo
seria uma rima, não seria
uma solução.
Mundo mundo vasto mundo,
mais vasto é meu coração.
Eu não devia te dizer
mas essa lua
mas esse conhaque
botam a gente comovido
como o diabo.
Versión: Pedro Marqués de Armas
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