sábado, 20 de junio de 2020

Elegía



Theophile Gautier


¡Virginidad del alma arrebatada!
¡Ensueños de esperanza y alegría!
Si sois del corazón la flor amada,
¿por qué morís antes que muera el día?
¿Por qué le niega el temblador rocío
sus perlas argentadas a las flores,
y la anémona, expuesta al viento frio,
pierde al llegar la tarde sus colores?
¿No veis la onda que al nacer tan pura
arrastra en cieno inmundo su pureza,
y en azulado cielo nube oscura
empañar el fulgor de su belleza?
¡Esa es la ley del mundo; ley sombría
que al corazón le roba sus engaños!
¡Que hace durar la rosa un solo día
y al fúnebre ciprés vivir cien años!



Traducción de Antonio Sellén.


Revista contemporánea, Madrid, T. III, abril-mayo 1876, p. 349.



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