sábado, 7 de diciembre de 2024

¿Diste mi nombre a un árbol? No es poco


Eugenio Montale


¿Diste mi nombre a un árbol? No es poco;

pero no me resigno a ser sombra, o tronco,

en el abandono de un suburbio. El tuyo

lo he dado a un río, a un largo incendio, al crudo

juego de mi suerte, a la confianza

sobrehumana con que hablaste al sapo

salido de la cloaca, sin horror o piedad

o júbilo, al aliento de ese labio tuyo

fuerte y suave que nombrando puede 

crear: sapo flor hierba peñasco -encina 

dispuesta a desplegarse sobre nosotros

en lo que la lluvia despoja los pétalos 

carnosos del trébol y el fuego crece.

 

Hai dato il mio nome a un albero? Non é poco 


Hai dato il mio nome a un albero? Non é poco;

pure non mi rassegno a restar ombra, o tronco,

di un abbandono nel suburbio. Io il tuo

l'ho dato a un fiume, a un lungo incendio, al crudo

gioco della mia sorte, alla fiducia

sovrumana con cui parlasti al rospo

uscito dalla fogna, senza orrore o pietà

o tripudio, al respiro di quel forte

e morbido tuo labbro che riesce,

nominando, a creare; rospo fiore erba scoglio -

quercia pronta a spiegarsi su di noi

quando la pioggia spollina i carnosi

petali del trifoglio e il fuoco cresce.



Versión: Pedro Marqués de Armas



De un lago suizo



Eugenio Montale


Mi zorra, también yo fui un día el "poeta

asesinado", allá en el bosque de avellanos

raso, en una gruta, junto a una hoguera;

iluminaba tu rostro un halo de oro

al fondo de esa cueva y calaba

lento su cauce hasta alcanzar

un nimbo, en que disolverse; y yo, ansioso,

invocaba el final sobre ese hondo

signo de tu vida abierta, amarga,

atrozmente frágil y sin embargo fuerte.


¿Serías quien brilló en lo oscuro? En aquel surco

pulsante, en la candente explanada,

al acecho sobre el trazo de tu leve

zarpa de predador (una huella casi

invisible, estrella), yo, extranjero,

aún me dirijo; y volando un pato

negro, desde el hondo lago, al nuevo

incendio me lleva, para quemarse.



Da un lago svizzero


Mia volpe, un giorno fui anch’io il “poeta

assassinato”: là nel noccioleto

raso, dove fa grotta, da un falò;

in quella tana un tondo di zecchino

accendeva il tuo viso, poi calava

lento per la sua via fino a toccare

un nimbo, ove stemprarsi; ed io ansioso

invocavo la fine su quel fondo

segno della tua vita aperta, amara,

atrocemente fragile e pur forte.


Sei tu che brilli al buio? Entro quel solco

pulsante, in una pista arroventata,

àlacre sulla traccia del tuo lieve

zampetto di predace (un’orma quasi

invisibile, a stella) io, straniero,

ancora piombo; e a volo alzata un’anitra

nera, dal fondolago, fino al nuovo

incendio mi fa strada, per bruciarsi.



Versión Pedro Marqués de Armas


Poema acróstico inspirado en la poeta Maria Luisa Spaziani. 



jueves, 5 de diciembre de 2024

Viento sobre la media luna



Eugenio Montale 


                                                                      Edimburgo               

El gran puente no llevaba a ti.
Te habría alcanzado incluso navegando
por las alcantarillas, a una orden tuya.
Pero ya las fuerzas, con el sol en los cristales
de las terrazas, se iban agotando.


El hombre que predicaba en la Media Luna
me preguntó: “¿Sabes dónde está Dios?” Lo sabía
y se lo dije. Sacudió la cabeza. Desapareció
en un torbellino que arrastró a hombres y casas
y los alzó por lo alto, sobre la brea.

 

Vento sulla mezza luna


                                                                    Edimburgo

Il grande ponte non portava a te.
T’avrei raggiunta anche navigando
nelle chiaviche, a un tuo comando. Ma
già le forze, col sole sui cristalli
delle verande, andavano stremandosi.

L’uomo che predicava sul Crescente
mi chiese: “Sai dov’è Dio?”. Lo sapevo
e glielo dissi. Scosse il capo. Sparve
nel turbine che prese uomini e case
e li sollevò in alto, sulla pece.


Versión Pedro Marqués de Armas 


miércoles, 4 de diciembre de 2024

Permaneciendo lúcido



Lento Goffi 

  

Recojo información, noticias, para el día

cuando llegue no me tome desprevenido.

Ella, a los varones de casa los elige

entre los cincuenta y sesenta años, sólo uno

llegó a la venerable edad de setenta y cinco.

Cáncer, por lo general. Mi padre, con más suerte,

de un ataque al corazón. “También tú, me digo, estás maduro

para la última zancadilla, el exit montaliano.

Prepárate, pues, y recuerda desde ahora

que los médicos principiantes, para distraerte,

diagnosticarán la bronquitis habitual

o anemia”.

 

                       Por supuesto, evitaría

las trampas piadosas y permaneciendo lúcido

la acogería con una palabra obscena

o un verso de enternecido adiós.

 


Lucido restando



Raccolgo informazioni, notizie, perché il giorno

quando giunga, non mi trovi impreparato.

Lei, i maschi di casa mia li sceglie

fra i cinquanta e i sessant’anni, uno solo

ha toccato l’età veneranda dei settantacinque.

Cancro, di solito, mio padre, più fortunato,

secco per un colpo. "Tu pure mi dico, sei maturo

per l’ultimo sgambetto, l’exit montaliano.

Preparati, dunque, e ricorda sin da ora

che i medici insipienti, per distrarti,

diagnosticheranno la solita bronchite

o un’anemia". 

 

                       Certo, evitare vorrei

le trappole pietose e lucido restando

accoglierla con una parola oscena

o un verso d’intenerito addio.



Trad. Pedro Marqués de Armas



martes, 3 de diciembre de 2024

Otoño en Ebranno



Lento Goffi 

 

El camino está a mitad de la colina, un tanto apartado.

Lo recorro entre unos pocos árboles desnudos,

bajo un sol de noviembre que evoca la primavera.

Los campesinos -la cosecha acaba de terminar-

ya están podando las vides.

No hay descanso, acá arriba; la vida tiene un ritmo pleno

que desconoce de sueños de poetas.

Me acompaña, mientras me alejo

bajo un sol de noviembre que evoca la primavera,

un chasquido de tijeras

que la distancia atenúa

y funde en un silbido de insectos de oro.

 


Autunno ad ebranno 


Il sentiero è a mezza costa, un poco fuor di mano.

Lo percorro tra radi alberi spogli

in un sole novembrino che evòca primavera.

I contadini - la vendemmia è appena terminata -

già potano le viti.

Non c'è riposo, quassù; la vita ha un ritmo pieno

che non conosce i sogni dei poeti.

M'accompagna, mentre m'allontano

nel sole novembrino che evòca primavera,

lo scatto delle forbici

che la distanza attenua

e fonde in un brusio d'insetti d'oro.


 

Trad. Pedro Marqués de Armas