Pedro Marqués de Armas
No lo vi, ni siquiera asomado al ventanón; pero, eso sí, me
salió al paso una noche en Galiano:
tangible presa escapando de una exposición de Antonia Eiriz.
No podía quitarse de encima no sé qué armadura forjada donde
el diablo parió.
Y corría, corría con esa, su levita de plomo, Neptuno abajo.
Antonia Eiriz: "Homenaje a Lezama" (1964)
No hay comentarios:
Publicar un comentario