miércoles, 23 de enero de 2019

Ocaso




Oswald de Andrade


En el anfiteatro de las montañas
Los profetas del Aleijadinho
Monumentalizan el paisaje
Las cúpulas blancas de los Pasos
Y los penachos torcidos de las palmeras
Son escalones del arte de mi país
Que nadie más alcanzó

Biblia de piedra-jabón
Bañada en el oro de las minas


Ocaso

No anfiteatro de montanhas
Os profetas do Aleijadinho
Monumentalizam a paisagem
As cúpulas brancas dos Passos
E os cocares revirados das palmeiras
São degraus da arte de meu país
Onde ninguém mais subiu

Bíblia de pedra-sabão
Banhada no ouro das minas 



Versión: Pedro Marqués de Armas


lunes, 21 de enero de 2019

Nueva poética




Manuel Bandeira


Voy a lanzar la teoría del poeta sórdido.
Poeta sórdido:
Aquel cuya poesía lleva la marca sucia de la vida.
Ahí va el tipo.
Sale el tipo de casa vestido de lino blanco, muy
                   bien planchado, y en la primera esquina pasa
                   un camión y le salpica el saco o el pantalón
                   con una mancha de fango:
Así es la vida.

El poema debe ser como la mancha en el lino:
Hacer que el lector satisfecho pierda toda esperanza.

Sé que la poesía es también rocío.
Pero eso queda para las niñitas, las estrellas alfas, las
                 vírgenes cien por ciento y las amantes que
                 envejecieron sin maldad.


NOVA POÉTICA

Vou lançar a teoria do poeta sórdido.
Poeta sórdido:
Aquele em cuja poesia há a marca suja da vida.
Vai um sujeito.
Sai um sujeito de casa com a roupa de brim branco muito
                   bem engomada, e na primeira esquina passa
                   um caminhão, salpica-lhe o paletó ou a calça
                   de uma nódoa de lama:
É a vida.

O poema deve ser como a nódoa no brim:
Fazer o leitor satisfeito de si dar o desespero.

Sei que a poesia é também orvalho.
Mas este fica para as menininhas, as estrelas alfas,
                  As virgens cem por cento e as amadas que
                  envelheceram sem maldade.



Versión: Pedro Marqués de Armas


domingo, 20 de enero de 2019

Canción del exilio




Murilo Mendes

Mi tierra tiene manzanares de California
donde cantan pájaros de Venecia.
Los poetas de mi tierra
son negros que viven en torres de amatista,
los sargentos del ejército son monistas, cubistas,
los filósofos son polacos vendiendo a plazos.
La gente no puede dormir
con los oradores y los mosquitos.
Los alborotos de familia tienen por testigo a Gioconda.
Yo muero sofocado
en tierra extranjera.
Nuestras flores son más hermosas
nuestras frutas más sabrosas
pero cuestan cien mil reis la docena.

Ay quien pudiera chupar una carambola de verdad
y escuchar a un sabiá con certificado de edad!



CANÇÃO DO EXÍLIO

Minha terra tem macieiras da Califórnia
onde cantam  gaturamos de Veneza.
Os poetas da minha terra
são pretos que vivem em torres de ametista,
os sargentos do exército são monistas, cubistas,
os filósofos são polacos vendendo a prestações.
A gente não pode dormir
com os oradores e os pernilongos.
Os sururus em família têm por testemunha a Gioconda.
Eu morro sufocado
em terra estrangeira.
Nossas flores são mais bonitas
nossas frutas mais gostosas
mas custam cem mil réis a dúzia.

Ai quem me dera chupar uma carambola de verdade
e ouvir um sabiá com certidão de idade!


Versión: Pedro Marqués de Armas



jueves, 17 de enero de 2019

10 líneas para Antonio Tápies



Octavio Paz


Sobre las superficies ciudadanas,
las deshojadas hojas de los días
sobre los muros desollados, trazas
signos carbones, números en llamas.
Escritura indeleble del incendio,
sus testamentos y sus proferías
vueltos ya taciturnos resplandores.
Encarnaciones, desencarnaciones:
tu pintura es el lienzo de Verónica
de ese Cristo sin rostro que es el tiempo.
        

(1976)



domingo, 13 de enero de 2019

Urgente a Octavio Paz



Gonzalo Rojas


77 es el número de la germinación de la otra
Palabra, en lo efímero
de la vuelta
                                  mortal
                                                           con tanto Octavio todavía
por aprender del aire, con tanta ceiba
libre que uno pudiera ser, si uno pudiera
ser ceiba en la tormenta con exilio
y todo en la germinación del número

de esta América de sangre con ventisquero
y trópico y grandes ríos
de diamante, sin más tinta
que esta respiración para escribir tu nombre más allá de las nubes
de México ciego hasta cómo decirlo
al otro México que somos todos cuando la aorta
del amanecer abre ritual el ritmo de las violetas
carnales de la Poesía, las muchachas de bronce que marchaban
airosas al sacrificio
desnudas al matadero por nosotros antes de parirnos

altas en su doncellez hacia lo alto de los cóndores
desde donde jugamos mientras caemos páginas
tras página en este juego de adivinos
del siempre y el nunca de las estrellas y tú te llamas por ejemplo
77 ángeles como Blake y yo mismo me llamo
77 especies de leopardos voladores porque es justo que el aire
vuelva al aire del pensamiento y no muramos
de muerte y esto sea el principio Octavio
de otro principio y otro, y además no vinimos
aquí a esto.