En un barrio viejo, 1963
Tomado del canal de YouTube de Víctor Rodolfo Jiménez
En un barrio viejo, 1963
Tomado del canal de YouTube de Víctor Rodolfo Jiménez
Te presento a Prudencia. Mírala, dijo Prudencio y le enseñó
una fotografía a Píriz donde se veía sonriendo con algo semejante a un radio
encima de una mesa. Como todos los que han desfilado por aquí al saber la
novedad, Prudencio también estuvo en la Sierra. Al bajar, el destino es así,
ambiguo, enmarañado, Alfredo Guevara lo metió de sonidista en el ICAIC. Como
bien indica el nombre con que la bauticé, continuó Prudencio, su principal
característica es la discreción. ¿La ves? Consta de tres partes. La de arriba
se llama Eco, la del medio, que es la que realmente ejecuta gran parte del
trabajo, se llama Enfoque, y la de abajo, ligera e invisible, Emisión. Observa,
Chivo, fácil de transportar.
Píriz le echó un vistazo a la fotografía:
–¿Qué es, un radio o una cámara de vídeo? Estás acabando,
Prudencio. Este año la ANIR te premia seguro.
Prudencio, poniendo el portafolio en la cama, respondió:
–¿La ANIR?... ja, ja, ja. ¡Qué va!… Chivo, ¿desde cuándo no
nos vemos? Hace cuatro años que salí del ICAIC. Ahora estoy en el ICAP:
Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos. Somos eso, una máquina de hacer
amigos. Mi tarea es orientar, tutelar y seguir a todos los becarios
extranjeros. ¿Has visto a tu oncólogo? Lleva siete años aquí. Apréndete el
apellido, Chivo. Ni Lifonisabo ni Lefunisabo. Mkuki Lifunisabo. Natural de
Kinsasa. Somos eso, Chivo, una máquina de hacer amigos. Nada es gratis. Nuestra
premisa no es regalar, sino compartir, enseñar, adiestrar. Tendemos, a través
de nuestro Organismo, lazos de amistad con los países del Tercer Mundo.
Solidarios, Chivo... Li-fu-ni-sa-bo. Apréndetelo. Es simple. Si oyeras los
apellidos que aprendí gracias a la mnemotecnia: Egwuekwe, Ghoochannejhad,
Alamieyeseigha, Onwuatuegwu, Chukwumereije…
Interrumpiendo su excéntrica capacidad, Píriz le pidió a
Prudencio ver de nuevo la fotografía.
–No, Chivo, te enseño mejor a Prudencia. La tengo aquí. Te expliqué
que es ligera, fácil de transportar. Para que veas, vaya, la pruebo contigo.
Prudencio sacó del portafolio unos audífonos y se los puso a
Píriz en los oídos.
–¿Qué es esto, Prudencio? No oigo nada.
–Ten paciencia, Chivo. Déjame trancar la puerta–dijo con
cierto sigilo–. Eso que tienes puesto y no oyes, es Eco, la parte de arriba.
Cuando lo conecte, escucharás Radio Enciclopedia y de forma simultánea, yo
escucharé lo que se hable, no solo en el baño sino en todas y cada una de las
habitaciones de esta planta. Ahora viene Enfoque.
Abrió de nuevo el portafolio y esta vez sacó un bulto de
postales fotográficas, del cual escogió una especialmente para Píriz y lo
invitó a observar:
–¡Cojollo! El presidente Urrutia y el Héroe de Yaguajay.
¡Camilo, Prudencio, Camilo!
–Positivo, positivo. Pero para la carreta, Chivo, tranquilo.
Falta Emisión. Échale un vistazo a la postal –dijo y sacó dos imanes minúsculos,
imperceptibles, y los pegó a las suelas de las chancletas de Píriz–. Ahora ve
al baño. Eso emite ondas magnéticas, es el localizador. Dile a tu sobrina que
te ayude. Menos Enfoque, que es quien desencadena los verdaderos sentimientos
del objetivo y, por ende, las reacciones, las otras partes, Eco y Emisión, se
activan gracias a un mando a distancia que llevo en el doble fondo del
portafolio junto al receptor y un walkie-talkie por si se precisa intervención.
El radio de acción, si no hay interferencias ambientales o de terceros, es de
quinientos metros cuadrados. Hagámoslo, Chivo. Verás lo eficaz que es
Prudencia.
Mientras tanto, Prudencio y su portafolio salieron de la
habitación para saludar a Lifunisabo. Y como la curiosidad es igual o peor que
el cáncer, no le quedó más remedio a Píriz que pedirle a Magdalena que lo
llevara al baño. Además del palo de suero y toda la guindaleja que le cuelga,
Prudencio le encasquetó a Prudencia. Y ahora qué, preguntó Magdalena mientras
lo sentaba en la taza del baño. ¡¿Que qué haces?! Dale, muévete, Magdalena.
Apúrate. Coge la postal y quítame las chancletas… ¡Coño! Quítamelas. Llama a
cualquiera. ¡Corre! Di que tengo un dolor que no aguanto, chilló Píriz como un
descerebrado y lanzó los audífonos. En un santiamén el baño se convirtió en el
camarote de los hermanos Marx. Vinieron cuatro enfermeras, Lifunisabo y
Prudencio. Venga, compañero Germán. Lo ayudaremos a acostarse, dijo una. Y lo
llevaron casi en volandas hasta la cama. ¿Qué le ocurre, compañero Germán?
¿Dónde le duele?, preguntó Lifunisabo. ¡En todo esto! ¡En todo esto!, clamaba
Píriz formando círculos y círculos en el abdomen sin indicar un lugar concreto…
Relájese. Tranquilícese, le indicaré un avafortan, expresó Lifunisabo. Chivo, perdóname, dijo Prudencio al salir
Lifunisabo y las enfermeras. Y comenzó a dar un sinfín de justificaciones, por
ejemplo: “No sabía que estuvieras tan jodido”. “Chivo, coraje”. “Los hombres
como tú mueren de pie”. “Pide, tus deseos son órdenes”…, y etcétera. Pena me da
contigo, Prudencio. Ni sé de qué va. Pero seguro que es efectivo, útil. Eres un
gran innovador y racionalizador, dijo Píriz con los ojos entrecerrados.
Magdalena que vio a Prudencio como una gallina clueca
sacando a Emisión de las chancletas, se levantó del sillón para darle a
Enfoque, que la dejaba olvidada en la mesita.
–Mire, compañero, se le queda esto…
–No se me olvida, muchacha. Tu tío perteneció a la Columna
de Camilo. Cómo se me ocurre… Un hombre sencillo, leal. Un héroe.
–¿Quién, mi tío?
–Camilo, Camilo… Mmm… Y tu tío también, también. Un héroe anónimo. Toma. Se la regalo.
Al deshacerse de la postal Prudencio soltó un “hasta la
vista, camarada”. Unjú, unjú. Saluda de mi parte a Alfredo, respondió Píriz.
Fragmento de la novela No quiero llanto, Betania 2020.
Anna Ajmátova
V.
Hace diecisiete meses que grito
LLamándote a casa.
Me he arrojado a los pies del verdugo,
Por ti, hijo mío, horror mío.
Todo ha perdido sus contornos,
Y ya soy incapaz de distinguir
A la fiera del hombre, al hombre de la fiera,
Ni sé cuánto falta para la ejecución.
Me encuentro sola, rodeada de flores
Polvorientas, del tintinear del incensario,
Y de las huellas que no conducen a ninguna parte.
Mientras me mira fijamente a los ojos
Anunciándome la próxima muerte,
Una estrella inmensa.
Traducción de José Manuel Prieto
Eugenio Montale
el materialismo histórico
dialéctico
progresivo
inmanente
irreversible
nunca fuera
dentro siempre
infalible
hecho por nosotros
no por extraños
propaladores de patrañas
que solo se creen
los locos
la maravilla sintética
no ideoléctica
ni individual
más bien universal
el ayuno
que a todos alimenta
y a ninguno
el salto cuantitativo
¡cualitativo un pito!
el empíreo
la tumba
en casa sin necesidad
más que de sí mismo y ni eso
porque alguien paga
y es el despunte
de una moral sin puntales
salvo la intervención
eventual
de un líder carismático
mientras dure
o de seguidores no menos
providenciales
la eternidad de bolsillo
económica
controlada
por científicos
responsables y a su vez
controlados
la muerte
del buen salvaje
de las opiniones
de las inciertas certezas
de las epifanías
de las hambrunas
del individuo no funcional
del clérigo del hechicero
del intelectual
el triunfo
en el sistema trinitario
del ex primate sobre todo
sobre sí mismo
pero sin el truco
de la costra en remojo
en la noosfera
y de los bulos
que divulgan los papistas
modernistas o frente
-populares
¡los muy zoquetes!
la guerra
cuando sea progresista
porque invade
violenta no violenta
vaya como vaya
pero que sea la última
y lo es siempre
por su naturaleza
dime tú
desengañado amigo
¿alguna objeción
a todo esto?
Fanfara
Lo storicismo dialettico
materialista
autofago
progressivo
immanente
irreversibile
sempre dentro
mai fuori
mai fallibe
fatto da noi
non da estranei
propalatori
di fanfaluche credibili
solo da pazzi
la meraviglia sintetica
non idiolettica
né individuale
anzi universale
il digiuno
che copre tutti
e nessuno
il salto quantitativo
macché qualitativo
l’empireo
la tomba
in casa senza bisogno
che di se stessi e nemmeno
perché c’è chi provvede
ed è il dispiegamento
d’una morale
senza puntelli eccetto
l’intervento
eventuale
di un capo carismatico
finché dura
o di diadochi
non meno provvidenziali
l’eternità tascabile
economica
controllata
da scienziati
responsabili e bene
controllati
la morte
del buon selvaggio
delle opinioni
delle incerte certezze
delle epifanie
delle carestie
dell’individuo non funzionale
del prete dello stregone
dell’intellettuale
il trionfo
nel sistema trinitario
dell’ex primate
su se stesso su tutto
ma senza il trucco
della crosta in ammollo
della noosfera
e delle bubbole
che spacciano i papisti
modernisti o frontisti
popolari
degli impronti !
La guerra
quando sia progressista
perché invade
violenta non violenta
secondo accade
ma sia l’ultima
e lo è sempre
per sua costituzione
tu dimmi
disingaggiato amico
a tutto questo
hai da fare obiezioni?
Versión Pedro Marqués de Armas
Ardengo Soffici
Verano, disco blanco, blanca
flama,
licuefacción de oro,
címbalo de silencio sonoro
sobre la tierra cansada.
Aliento encendido, hervor
de techos, jardines y huertos,
estupor de campos muertos,
abandonados en la inmensidad.
Estate...
Estate, disco bianco, bianca
Vampa,
Liquefazione d'oro,
Cembalo di silenzio sonoro
Sulla terra stanca.
Respiro infiammato, bollore
Di tetti, di giardini e d'orti,
Stupore di campi smorti
Abbandonati nell'immensità.
Versión Pedro Marqués de Armas