Cristina Annino
Entro lentamente en la casa del loco;
no abro las persianas, no quito el polvo.
Llego a su cuarto que todavía duerme
en la mañana demasiado aire para ojos
de pálido doliente marrón. Miro
la nuca rígida y el cuerpo que no siente
siquiera el pijama.
Me siento a su lado y le traigo el asfalto
limpiándolo del ruido, del olor del mes,
del peso de la gente.
Intento no abrumarlo con nada;
su cuerpo vacío es una habitación: sueños
soplan en pompas de viejo dolor.
¿Qué es la razón? Llego y me acuesto
al pie de su cama como a una planta
y entra dentro de mí, del loco, casi
cable eléctrico, una blanca, cansada,
atroz vitalidad.
La casa del folle
Entro piano nella casa del folle;
non apro le persiane, non tolgo la polvere.
Arrivo ala sua camera che ancora dorme
nel mattino troppa aria per occhi
di dolente marrone pallido. Guardo
la nuca rigida e il corpo che non sente
neppure il pigiama.
Mi siedo accanto e gli porto l'asfalto
ripulendolo del
rumore, da l'odore del mese,
dal peso de la gente.
Cerco di non affollarlo di niente;
il suo corpo vuoto è una stanza: sogni
vi soffiano dentro bolle di vecchio dolore.
La ragione cos'è?
Arrivo qui e mi stendo
al piede del suo letto come a una pianta
ed entra dentro di me, dal folle, quasi
fune elettrica, una bianca, stanca
atroce vitalità.
Versión: Pedro Marqués de Armas
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