lunes, 15 de mayo de 2023

Dejar el mundo, nacer hacia el otro sol

 



Ludwig Zeller

 

La ausencia, ese sonido de diabólicos insectos

Zumbando allá en la oscura madrugada: se murió Rosamel

Y sobre el hielo resbaló Thérèse, la que siempre lo salvaba.

Se murieron mis padres y yo no pude verlos, murió Carlos,

Mi hermano, pero temo que lo enterraron con su pata de palo,

Esa fatalidad, la que cambió su vida para siempre.

 

Se murió Ida, mi hermana apasionada y tras ella los suyos.

Tratando de enfrentarse a su destino, murió Gómez-Correa

Y con él se deshizo de raíz de Mandrágora; se murió Pellegrini,

Aldo, el bueno. Se fue Enrique Molina, el navegante incierto

Y por las cataratas de la imagen veo caer a aquellos que amo,

Carne de mi carne.

 

La caravana pasa, vamos todos a celebrar

La poesía al otro lado, cerca del corazón donde se apagan

Los ausentes, esas llagas, esos fuegos errantes.



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