Li-Tai-Po
Recogen las bellas nenúfares
en las orillas del Jo-Yeh;
entre los ágiles bambúes
semiocultas, rién de placer,
y el agua refleja sus túnicas
que aroman la brisa, de té.
De súbito se oyen jinetes
que cruzan la ruta montés;
relincha un caballo; su dueño
lo para por ver, y no ve.
Escruta los sauces en vano.
Silencio. Se aleja después.
En tanto una linda muchacha
soltando sus flores al pie,
refrena en su pecho a dos manos
a Amor, que lo quiere romper.
Traducción: Guillermo Valencia
Diario de la Marina, 11 de junio de 1929, p. 16. Guillermo Valencia: Obras poéticas completas, 1925, p. 323.
No hay comentarios:
Publicar un comentario