Manuel Bandeira
Eurico Alves, poeta bahiano,
salpicado de rocío, leche cruda y tierna caca de cabrito.
lo siento mucho, pero no puedo ir a la Feira de Sant'Ana.
Soy poeta de la ciudad.
Mis pulmones se convirtieron en máquinas inhumanas
y aprendieron a respirar el gas carbónico de las salas de cine.
Como el pan que el diablo amasó.
Bebo leche envasada.
Hablo con A., que es ladrón.
Le doy la mano a B., que es asesino.
Hace años que no veo salir el sol, que no me lavo los ojos
en los colores de las madrugadas.
Eurico Alves, poeta bahiano,
ya no soy digno de respirar el aire puro de los corrales del campo.
Escusa
Eurico Alves, poeta baiano,
Salpicado de orvalho, leite cru e tenro cocô de cabrito.
Sinto muito, mas não posso ir a Feira de Sant'Ana.
Sou poeta da cidade. Meus pulmões viraram máquinas inumanas
e aprenderam a respirar o gás carbônico das salas de cinema.
Como o pão que o diabo amassou.
Bebo leite de lata. Falo com A., que é ladrão.
Aperto a mão de B., que é assassino.
Há anos que não vejo romper o sol, que não lavo os olhos nas cores das madrugadas.
Eurico Alves, poeta baiano,
Não sou mais digno de respirar o ar puro dos currais da roça.
Versión: Pedro Marqués de Armas
No hay comentarios:
Publicar un comentario