domingo, 15 de noviembre de 2020

El gol


Pedro Marqués de Armas



El cura futbolista de Masats sí vuela.

No como el soldado de Deineka

que parece atrapado; él sí para el balón

pese al lastre: la sotana de una España

todavía negra. Nunca voló tan ágil

un portero, ni echó fuera balón

mano tan erizada.

 

En Deineka, es la promesa del Komsomol,

aquí la historia sobre la misma nieve,

y hasta hay un cierto desparpajo

en ese párroco. Él en pompa

de desarrollo, su sombra casi agorera;

mientras el otro es todo meta,

plan incumplido. Nunca peligró

tanto un vuelo. Es ahora

que va entrando el balón.



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