sábado, 30 de noviembre de 2024

Mirlo



Umberto Saba


¿Existía aquel mundo al que regreso

en sueños, que en sueños aún me sacude?

Ciertamente existía. Eran parte de él

mi madre y un mirlo.

 

Apenas si los veo. Pero resalta el negro

y el amarillo de quien contento me saludaba

con su canto (tal era mi pensamiento)

que yo oía desde la calle. Mi madre

sentada, cansada, en la cocina. Cortaba

para él solo (tal era su pensamiento)

la carne de mi cena. Ninguna

visión o rumor lo excitaba tanto.

 

Entre un muchacho enjaulado y un insectívoro,

que robaba los gusanos de su mano,

en aquella casa, en aquel mundo lejano,

había un amor. Como también un equívoco.

 

Merlo


Esisteva quel mondo al quale in sogno

ritorno ancora; che in sogno mi scuote?

certo esisteva. En’erano parte

mia madre e un merlo.

 

Li vedo appena. Piú risalta il nero

e il giallo di chi lieto salutava

col suo canto (era questo il mio pensiero)

me, che l’udivo dalla via. Mia madre

sedeva, stanca, in cucina. Tritava

a lui solo (era questo il suo pensiero)

e alla mia cena la carne. Nessuna

vista o rumore cosí lo eccitava.

 

Tra un fanciullo ingabbiato e un insettivoro,

che i vermetti carpiva alla sua mano,

in quella casa, in quel mondo lantano,

c’era un amore. C’era anche un equivoco.



Trad. Pedro Marqués de Armas 


 

Con Ungaretti en el Cairo

 


 

Leonardo Sinisgalli


El Tigre se ríe inequívoco

del bosque que tiembla

de miedo, de la ciudad

indefensa, de los pobres

que comen patata con sal

y beben crema de avena

ante las carretas de viejos hierros

al rojo vivo.


  

Con Ungaretti al Cairo

 

La Tigre ride sicura

della foresta che trema

di paura, della città

inerme, del povero

che mangia una patata

col sale e beve

crema di avena

davanti ai carretti roventi

di ferri vecchi.



Trad. Pedro Marqués de Armas 




sábado, 23 de noviembre de 2024

Años después

 


Vittorio Sereni 

 

La espléndida delirante lluvia ha amainado,

con sus escasas últimas gotas nos besa.

De vuelta al aire libre

amor y amistad están a mi lado.

Y eso, que hasta hace poco casi imploraba,

desde el oscuro pórtico el rumor

retumba a las espaldas, irrumpe del pasado:

rostros inmutables, reconocidos, tendrán

un viejo aire en ellos hoy congelado.  

¿También los nuestros, entre ellos, los de entonces?

Te ruego amor no voltearte 

y tú quédate, amistad, defiéndenos.

 

  

Anni dopo

 

La splendida la delirante pioggia s'è quietata,

con le rade ci bacia ultime stille.

Ritornati all'aperto

amore m'è accanto e amicizia.

E quello, che fino a poco fa quasi implorava,

dall'abbuiato portico brusìo

romba alle spalle ora, rompe dal mio passato:

volti non mutati saranno, risaputi,

di vecchia aria in essi oggi rappresa.

Anche i nostri, fra quelli, di una volta?

Dunque ti prego non voltarti amore

e tu resta e difendici amicizia.



Traducción: Pedro Marqués de Armas 



martes, 22 de octubre de 2024

Quizá la juventud es sólo esto

                                 


Sandro Penna

 

Quizás la juventud es sólo esto

perenne amar los sentidos sin arrepentirse.

 

Quizás la inspiración es sólo un grito

confuso. Pero entre las columnas de la ley, 

cada muchacho riendo se masturba.

 

Apoyo mi frente en la gélida

barandilla de la puerta. Mi noche 

siente desaparecer cada muchacho. 

 

Ardiendo completamente por la vida

vivo en ella feliz y disuelto.

No siento mi pena de amor

más de lo que no cura la herida.

 

Quizás es mejor sufrir que gozar.

Quizás todo es igual. Incluso la nieve

es más bella que el sol. Pero el amor…

 


Forse la giovinezza è solo questo

 

Forse la giovinezza è solo questo

perenne amare i sensi e non pentirsi.

 

Forse l’ispirazione è solo un urlo

confuso. Ma entro le colonne della

legge, ridendo si masturba ogni fanciullo.

 

Appoggio la mia fronte alla ringhiera

gelida del cancello. La mia notte

ascolta dileguare ogni fanciullo.

 

Arso completamente dalla vita

io vivo in essa felice e dissolto.

La mia pena d’amore non ascolto

più di quanto non curi la ferita.

 

Forse è meglio soffrire che godere.

O forse tutto è uguale. Anche la neve

è più bella del sole. Ma l’amore..

 

 

Versión Pedro Marqués de Armas


jueves, 26 de septiembre de 2024

Henry Michaux, “Ecuador Journal de Voyage”


Jorge Mañach


Un hombre que no sabe ni viajar ni llevar un diario ha compuesto este diario de viajes. Pero, en el momento de firmar, súbitamente tomado de miedo, se tira la primera piedra. Voila". Ese es todo el prefacio del autor. ¿Quién se atreverá, después de él, a tirarle piedra alguna, si precisamente el encanto magdalénico de este libro reside en su informalidad, en su desenfado, en su desentendimiento de todo lo convencional? Sólo así, sin cálculo ni técnica, se aseguran eficacia deleitante los viajes y los diarios. El viajero y el diarista avezados son insoportables. Michaux fue al Ecuador. Pasó allá un año. Volvió. Y dio a la estampa estos apuntes —prosa, verso— para la inteligencia del trópico sudamericano. Tienen ese sabor de presencia, esa intimidad incoherente —y sin embargo única— de los diarios. Desmenuzan el espectáculo de un ingenio europeo reaccionando ante el hecho natural superlativo de América, vengándose de su magnitud, tomándole el pelo. El anti-Chateaubriand. Pinchazos a lo sublime, para no caer en romanticismo. Y, todo ello, acentuado por ese moderno fastidio, por ese elegante desencanto moranesco de lo exótico: "ríen que la terre". Michaux mismo nos lo explica, páginas adentro. Se opera actualmente “la crisis de la dimensión”: “Sufrimos mortalmente, de la dimensión, del porvenir de la dimensión de que estamos privados, ahora que ya le hemos dado, hasta la saciedad, la vuelta a la tierra". Así, nada le impresiona demasiado a este europeo curado de magnitudes: los Andes, los volcanes, los ríos como mares, se le convierten en materia de humorismo. Los mismos peligros —minuciosamente descritos— de la América inédita, no lograrán, a lo sumo, sino irritarle un poco. Nada de robinsonismo en esa versión de aventuras. Ninguna concesión al énfasis del espectáculo. De su belleza, solamente algún leve registro. Y, sin embargo, no hay petulancia alguna, más bien una óptica nihilista, asistida por el famoso sentido francés de "la mesure". De cuando en cuando, alguna interpolación lírica—¿lírica?—, alguna boutade crítica. Un vejamen de lo exótico, doblado a veces de poesía, transido de humorismo, deletéreo casi de tan inteligente, en que se desalmidonan un poco todos los misterios del nuevo mundo. Un buen libro para el Sr. Chocano. Un libro de irritante gracia para nuestros mejores amigos de Quito.

 

Revista de Avance, IV, no. 41, dic. 15, 1928, p. 373.