João Cabral de Melo Neto
En las playas del Nordeste, todo padece
a causa de la punta de finísimas agujas:
primero, la punta de las agujas de la luz
(cruda para los ojos y la carne desnuda),
fundidas a ese metal azulado y duro
del cielo de allí, fundido en duraluminio,
y afiladas en la piedra de un mar duro,
de brillo pez no menos duro, de zinc.
Después, a causa de las agujas del aire,
vaporizadas en los alisios de un mar cítrico,
desinfectante, fumigando tales agujas
hasta lavar la arena de basura y de lo vivo.
Sin embargo, en las playas del Nordeste,
no todo viene siempre en aceradas agujas:
así, los alisios que van por allí de visita
no llevan bajo la capa un arma blanca.
El viento, que en otros lados lleva puñales
hechos del metal del hielo, agudísimos,
en el Nordeste sopla brisa: de algodón,
despuntado; viento combo y blando;
y ni siquiera en agosto, al enflorestarse
viento-Mata de la Mirueira la brisa-arbusto,
el viento mete metales dentro del puño:
entonces bate fuerte, pero siempre romo.
Agulhas
Nas praias do Nordeste, tudo padece
com a ponta de finíssimas agulhas:
primeiro, com a das agulhas da luz
(ácidas para os olhos e a carne nua),
fundidas nesse metal azulado e duro
do céu dali, fundido em duralumínio,
e amoladas na pedra de um mar duro,
de brilho peixe também duro, de zinco.
Depois, com a ponta das agulhas do ar,
vaporizadas no alíseo do mar cítrico,
desinfetante, fumigando agulhas tais
que lavam a areia do lixo e do vivo.
2
Entretanto, nas praias do Nordeste,
nem tudo vem com agulhas e em lâmina:
assim, o vento alíseo que ali visita
não leva debaixo da capa arma branca.
O vento, que por outras leva punhais
feitos do metal do gelo, agulhíssimos,
no Nordeste sopra brisa: de algodão,
despontado; vento abaulado e macio;
e sequer em agosto, ao enflorestar-se
vento-Mata da Mirueira a brisa-arbusto,
o vento mete metais dentro do soco:
então bate forte, mas sempre rombudo.
Versión: Pedro Marqués de Armas
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