Pedro Marqués de Armas
En traducción del inglés, y en especial para los
lectores de Bohemia, apareció el 29
de noviembre de 1929, con el título “Espectáculo de feria”, este fragmento de Las aventuras del buen soldado Švejk, la
gran novela de Jaroslav Hašek. El benévolo traductor, Juan Abelenda, hoy
completamente olvidado, y entonces cercano amigo de Lino Novás Calvo, fue un escritor
y periodista gallego que residió largos años en Cuba, donde ofició de redactor de El
Mundo y a quien se deben otras muchas traducciones de escritores modernos.
He buscado en qué año y quién tradujo por
primera vez al inglés la novela de Hašek, y este es el resultado: The Good Soldier Schweik, traducción
de Paul Selver, 1930. Se trata de una versión abreviada, de aproximadamente dos tercios del original y que, por lo visto, había ido apareciendo en forma de capitulillos
en revistas norteamericanas. No fue hasta 1973 que apareció en su forma íntegra,
como The Good Soldier Švejk and His
Fortunes in the World War, en traducción de Cecil Parrott.
Su divulgación hacia 1929 coincide con el
éxito de la adaptación de Brecht para el Teatro de Piscator en Berlín, y se
integra a esa corriente de traducción de novelas antibelicistas que incluyó, entre otras, El Fuego, de Barbusse; Sin novedad en el frente, de Erich Maria
Remarque; o, De Vriendt vuelve a casa,
de Arnold Zweig.
En grueso tomo de portada azul, traducida por
Rubén Martí y con las ilustraciones originales de Josef Lada (las de la edición
checa de 1923), fue publicada por la editorial Arte y Literatura en
1980 para delicia de lectores (socialistas) cubanos. Por una extraña combinación
de efectos terapéuticos, era lectura recomendada en Hospitales de Día, junto a Un hombre de verdad de Bolis Polevoi, "tocho" de 429 páginas que, especulo, no sería más terapéutico –quizás, sí, más
edificante– que la también extensa novela de Hašek.
Pura serendipia, no pocos psiquiatras de la
época advirtieron su éxito como terapia de risa y no dudaron en recomendarla
cada vez más.
En español existen excelentes ediciones del clásico checo, como la de Destino, en traducción de Alfonsina Janés; o la de Galaxia Gutenberg, traducida por la novelista
Monika Zgustova, ella, tan checa como española.
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