domingo, 9 de agosto de 2020

El buen soldado Švejk en Cuba



Pedro Marqués de Armas

En traducción del inglés, y en especial para los lectores de Bohemia, apareció el 29 de noviembre de 1929, con el título “Espectáculo de feria”, este fragmento de Las aventuras del buen soldado Švejk, la gran novela de Jaroslav Hašek. El benévolo traductor, Juan Abelenda, hoy completamente olvidado, y entonces cercano amigo de Lino Novás Calvo, fue un escritor y periodista gallego que residió largos años en Cuba, donde ofició de redactor de El Mundo y a quien se deben otras muchas traducciones de escritores modernos.

He buscado en qué año y quién tradujo por primera vez al inglés la novela de Hašek, y este es el resultado: The Good Soldier Schweik, traducción de Paul Selver, 1930. Se trata de una versión abreviada, de aproximadamente dos tercios del original y que, por lo visto, había ido apareciendo en forma de capitulillos en revistas norteamericanas. No fue hasta 1973 que apareció en su forma íntegra, como The Good Soldier Švejk and His Fortunes in the World War, en traducción de Cecil Parrott.

Su divulgación hacia 1929 coincide con el éxito de la adaptación de Brecht para el Teatro de Piscator en Berlín, y se integra a esa corriente de traducción de novelas antibelicistas que incluyó, entre otras, El Fuego, de Barbusse; Sin novedad en el frente, de Erich Maria Remarque; o, De Vriendt vuelve a casa, de Arnold Zweig.

En grueso tomo de portada azul, traducida por Rubén Martí y con las ilustraciones originales de Josef Lada (las de la edición checa de 1923), fue publicada por la editorial Arte y Literatura en 1980 para delicia de lectores (socialistas) cubanos. Por una extraña combinación de efectos terapéuticos, era lectura recomendada en Hospitales de Día, junto a Un hombre de verdad de Bolis Polevoi, "tocho" de 429 páginas que, especulo, no sería más terapéutico –quizás, sí, más edificante– que la también extensa novela de Hašek.

Pura serendipia, no pocos psiquiatras de la época advirtieron su éxito como terapia de risa y no dudaron en recomendarla cada vez más.

En español existen excelentes ediciones del clásico checo, como la de Destino, en traducción de Alfonsina Janés; o la de Galaxia Gutenberg, traducida por la novelista Monika Zgustova, ella, tan checa como española. 


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