martes, 21 de agosto de 2018

Un sapo vale por dos avispas



Henri Michaux 


Un sapo vale por dos avispas.

Algunas avispas, no obstante, son más grandes que las de Europa. Su vuelo es rápido, centellante. Matan a los gorriones en pleno vuelo. Cuando se posan, están al abrigo; pero ellas los acosan hasta que emprenden de nuevo el vuelo.

Vuelan por encima y los pican en el vientre. El dardo larguísimo les atraviesa los finos pulmones sin doblarse. Los chirridos penetrantes, tan peculiares, que oímos a veces y que nos arrojan a la ventana, son los gritos de algún ave dolorosamente herida. Más tarde cae, hinchada en extremo, y hasta que sobreviene la muerte, ya apenas se mueve.

El veneno de la avispa se usa en la magia negra. El veneno del sapo es superior aunque más frío. Mézclase mejor a los alimentos; asegura la maldición que parece casi obedecer.


Traducción de Roger Ferrán.

Orígenes, invierno 1946.

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