Terrible será la noche cuando el hombre,
en ausencia de la verdad, suprima
la superstición de la verdad.
Las tres fases del meteoro corresponden a los tres hados o, si lo preferéis,
a los tres caminos errados por los que avanza nuestra vida, se detiene y se
consume, casi completamente desprovista del libre albedrío. Ellas describen los
tres estados soberanos, mas imposible es afirmar cuál ejerce primacía pues cada
una nos ofrece la ilusión de ser sentida más profunda, desesperada y
alegremente, de la misma forma y casi al mismo tiempo. En esta sucesión de
breves párrafos intentamos una domificación que sólo puede ser,
desgraciadamente, aproximada.
El meteoro del 13
de Agosto
[nova]
Primer rayo que duda entre la
imprecación del suplicio y el amor magnífico.
El optimismo de los filósofos
no nos basta.
La luz de la roca resguarda un
árbol mayor. Avanzamos hacia su visibilidad.
Siempre mayores los esponsales
de las miradas. La tragedia que se prepara se alegrará aún de nuestras limitaciones.
El peligro nos arrebata toda
melancolía. Hablábamos sin mirarnos. El tiempo nos tenía unidos. La muerte nos
esquivaba.
Alondras de la noche, estrellas,
que giran sobre las fuentes del abandono, sean progreso a estas cabeza que
duermen.
Salte de mi lecho bordeado de
espinos. Con los pies desnudos, conversaba con los niños.
Traducción: José
Rodríguez Feo
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