domingo, 6 de noviembre de 2016

Tragedia brasileña




Manuel Bandeira


Misael, funcionario de Hacienda, de 63 años de edad,
Conoció a Maria Elvira en la Lapa –prostituta, sifilítica, hongos en los dedos, un anillo empeñado y los dientes podridos a más no poder.
La apartó de la mala vida, la instaló en un piso en Estácio, le pagó médico, dentista, manicura… Le dio todo cuanto ella quería.
Cuando Maria Elvira vio que tenía una boca bonita, no tardó en buscarse un amante.
Misael no quiso armar escándalo. Pudo darle una buena paliza, pegarle un tiro, apuñalarla. No hizo nada de eso: se mudaron de casa.
Vivieron así tres años.
Cada vez que Maria Elvira se buscaba otro amante, Misael se mudaba de casa.
Vivieron en Estácio, Rocha, Catete, Rua General Pedra, Olario, Ramos, Bonsucesso, Vila Isabel, Rua Marqués de Sapucaí, Niterói, Encantado, Rua Clapp, otra vez en Estácio, Todos los Santos, Catumbi, Labradio, Boca de Mato, Inválidos…
Y finalmente en la calle de la Constitución, donde, completamente desquiciado, Misael la mató de seis tiros y la policía la encontró tirada a lo largo, en decúbito dorsal, vestida de organdí azul.

                                                                                        1933


Tragédia brasileira

Misael, funcionário da Fazenda, com 63 anos de idade,
Conheceu Maria Elvira na Lapa, -prostituída, com sífilis, dermite nos dedos, uma aliança empenhada e o dentes em petição de miséria.
Misael tirou Maria Elvira da vida, instalou-a num sobrado no Estácio, pagou médico, dentista, manicura... Dava tudo quanto ela queria.
Quando Maria Elvira se apanhou de boca bonita, arranjou logo um namorado.
Misael não queria escândalo. Podia dar uma surra, um tiro, uma facada. Não fez nada disso: mudou de casa.
Viveram três anos assim.
Toda vez que Maria Elvira arranjava namorado, Misael mudava de casa.
Os amantes moraram no Estácio, Rocha, Catete, Rua General Pedra, Olaria, Ramos, Bonsucesso, Vila Isabel, Rua Marquês de Sapucaí, Niterói, Encantado, Rua Clapp, outra vez no Estácio, Todos os Santos, Catumbi, Lavradio, Boca do Mato, Inválidos...
Por fim na Rua da Constituição, onde Misael, privado de sentidos e de inteligência, matou-a com seis tiros, e a polícia foi encontrá-la caída em decúbito dorsal, vestida de organdi azul.


Versión: Pedro Marqués de Armas



Maldito universal



Bohemia, marzo de 1959


martes, 25 de octubre de 2016

No le copien a Pound



Gonzalo Rojas


No le copien a Pound, no le copien al copión maravilloso
de Ezra, déjenlo que escriba su misa en persa, en cairo-arameo, en sánscrito,
con su chino a medio aprender, su griego translúcido
de diccionario, su latín de hojarasca, su libérrimo
Mediterráneo borroso, nonagenario el artificio
de hacer y rehacer hasta llegar a tientas al gran palimpsesto de lo Uno;
no lo juzguen por la dispersión: había que juntar los átomos,
tejerlos así, de lo visible a lo invisible, en la urdimbre de lo fugaz
y las cuerdas inmóviles; déjenlo suelto
con su ceguera para ver, para ver otra vez, porque el verbo es ése: ver,
y ése el Espíritu, lo inacabado
y lo ardiente, lo que de veras amamos
y nos ama, si es que somos Hijo de Hombre
y de Mujer, lo innumerable al fondo de lo innombrable;
no, nuevos semidioses
del lenguaje sin Logos, de la histeria, aprendices
del portento original, no le roben la sombra
al sol, piensen en el cántico
que se abre cuando se cierra como la germinación, háganse aire,
aire-hombre como el viejo Ez, que anduvo siempre en el peligro, salten intrépidos
de las vocales a las estrellas, tenso el arco
de la contradicción en todas la velocidades de lo posible, aire y más aire
para hoy y para siempre, antes
y después de lo purpúreo
del estallido
simultáneo, instantáneo
de la rotación, porque este mundo parpadeante sangrará,
saltará de su eje mortal, y adiós ubérrimas
tradiciones de luz y mármol, y arrogancia; ríanse de Ezra
y sus arrugas, ríanse desde ahora hasta entonces, pero no lo saqueen; ríanse, livianas
generaciones que van y vienen como el polvo, pululación
de letrados, ríanse, ríanse de Pound
con su Torre de Babel a cuestas como un aviso de lo otro
que vino en su lengua;
cántico,
hombres de poca fe, piensen en el cántico.



martes, 18 de octubre de 2016

Ezra Pound: cenizas y silicio



Luis Hernández


1
Tower of Pisa
Alabaster and ivory. Y eterno,
Para feria de fascistas
Quien la canta.

Y ebrio ya de belleza y en demencia
(Puede ser que sus ojos sean nuestros)
Rojo mar y el adriático crepúsculo
Y dos guerras herrumbradas en su frente:

Frente a la lívida amenaza de la historia:
Ezra Pound,
Ezra
Y su ejército perenne en pie
De muerte.
Torre de Pisa
Et cinis et cilicium.

2

Ezra:
Sé que si llegaras a mi barrio
Los muchachos dirían en la esquina:
Qué tal viejo, che' su madre,
Y yo habría de volver a ser el muerto
Que a tu sombra escribiera salmodiando
Unas frases ideales a mi oboe.

El milagro se oculta entre lo oscuro
Donde olvido y memoria son tan sólo
Los reflejos de lo áspero y amado,
La ilusión que ha surgido del enebro.

Duramente recuerdo tus poemas,
Viejo fioca,

Mi amigo inconfesable.