Lawrence
Durrell
(Lunes)
Sueña
que la persigue un negro presumido
Pero
una caída de agua en el rostro de carbón obstruye el sueño.
Algo
largo y enjuto como un cable,
Lento
como un glaciar, frío como cosmético,
Algo
en su interior susurra: "¡Grita!"
(Martes)
Sueña
que la persigue un hombre en camisón,
Lawrence
de Arabia vestido con una sábana,
Luego
la encierran los tripulantes de un barco Liberty con
Pilas
y pilas y pilas de carne enfriada
Mientras
las voces repiten: "Come".
(Miércoles)
Sueña
que está esposada a un empresario de bailes,
Que
la persiguen alrededor de una pista de patinaje:
Engulle
el anillo de compromiso de su dedo,
Cae
en un charco pero no puede hundirse
Aunque
sus prendas íntimas comienzan a encoger.
(Jueves)
Sueña
que es reina de una montaña de corcho,
Demasiado
caliente para caminar sobre ella, demasiado fría para usarla.
Desnuda,
pincha con un tenedor de tostadas
Una
estatua de Venus recostada:
No
se cobran extras por el deterioro natural.
(Viernes)
Sueña
que es un equipo de perros que arrastra al pobre Scott
De
un tirón hasta los confines del polo,
Pero
de súbito la nieve se vuelve ardiente,
y
cuando llegan el polo es apenas un agujero vacío,
Un
geyser que silba en una montaña de carbón.
(Sábado)
Sueña
que es la reina de una civilización urbana,
Encantadora
como Elena pero condenada a ajarse.
Bajo
sus muslos fluyen los ríos capitales,
El
Rin y el Valga mansos como aceite,
Hamlet
le ofrece un florete embotado.
(Domingo)
¿Qué
tiene ella, que nosotras no tenemos?
¿No
es acaso feliz y además encantadora?
Sueña
que su marido es un director de Banco
Encerrado
en la jaula de los monos del Zoológico.
Éste
es el cuadro clínico, pero ¿qué podemos hacer?
Versión de la Revista
REUNIÓN. Buenos Aires, Verano/1949. Se reprodujo en Revista de la Universidad
de México, Enero-Febrero, 1963. p. 48.
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