viernes, 9 de noviembre de 2018

Los pájaros de Londres




Mário Cesariny


Los pájaros de Londres
cantan todo el invierno
como si el frío fuera
la mayor calidez
en parques arrancados
al tránsito de automóviles
en calles de nieve negra
bajo un cielo siempre duro
los pájaros de Londres
hablan del esplendor
con que se alza el estío
y la luna se derrama
por plazas tan sin color
que parecen de tela
germinando en jardines 
bajo mantos de hielo
como si el hielo fuera
el lino más bordado
o en casas como aquella
donde Rimbaud comió
y durmió y expandió
la vida desesperada
estrecha franja amarilla
especie de paralela
entre el todo y la nada
los pájaros de Londres

cuando termina el día
y el sol consigue un poco
abrazar la ciudad
a la luz rasante y fuerte
que dura dos minutos
en árboles que surgen
de repente inmensos
en el oro verde y negro
que es su densidad
o en los muros sin fin
de los barrios desheredados
donde no sabes no
si vida ruego amor
algún día levantarán
del pavimento gris
algún límite claro
los pájaros de Londres
cumplen con su deber
de ciudadanos británicos
que nunca vieron no
los cielos mediterráneos



Os Pássaros de Londres

Os pássaros de Londres
cantam todo o inverno
como se o frio fosse
o maior aconchego
nos parques arrancados
ao trânsito automóvel
nas ruas da neve negra
sob um céu sempre duro
os pássaros de Londres
falam de esplendor
com que se ergue o estio
e a lua se derrama
por praças tão sem cor
que parecem de pano
em jardins germinando
sob mantos de gelo
como se gelo fora
o linho mais bordado
ou em casas como aquela
onde Rimbaud comeu
e dormiu e estendeu
a vida desesperada
estreita faixa amarela
espécie de paralela
entre o tudo e o nada
os pássaros de Londres

quando termina o dia
e o sol consegue um pouco
abraçar a cidade
à luz razante e forte
que dura dois minutos
nas árvores que surgem
subitamente imensas
no ouro verde e negro
que é sua densidade
ou nos muros sem fim
dos bairros deserdados
onde não sabes não
se vida rogo amor
algum dia erguerão
do pavimento cínzeo
algum claro limite
os pássaros de Londres
cumprem o seu dever
de cidadãos britânicos
que nunca nunca viram
os céus mediterrânicos


Traducción Pedro Marqués de Armas


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