martes, 17 de julio de 2018

La palabra seda



João Cabral de Melo Neto

La atmósfera que te envuelve
alcanza atmósferas tales
que transforma muchas cosas
que te conciernen, o cercan.

Como las cosas, palabras
imposibles de poema:
tal cual la palabra oro,
y hasta este poema, seda.

Es cierto que tu persona
no adormece, mas despierta;
ni es sedante, palabra
que venga de la de seda.

Cierto es que la superficie
de tu persona externa,
de tu piel y todo aquello
que tocándote se encuentra,

nada tiene de contorno
lujoso, falso, académico,
de una superficie cuando
se dice que es “como seda”.

Pero en ti, en algún punto,
tal vez fuera de ti misma,
tal vez en el mismo ambiente
que tensionas cuando llegas

hay algo de muscular,
de animal, carnal, pantera,
de felino, de substancia
felina, o su manera,

de animal, de animalmente,
de crudo, cruel, de crudeza,
que bajo ajada palabra
persiste en la cosa seda.


 Traducción de Rodolfo Mata

 De Quaderna, 1960.

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